Cincuenta años atrás, Lumír Hanuš ya estaba investigando las propiedades antibacterianas y antibióticas del cannabis en un laboratorio en Checoslovaquia. Los extractos y soluciones derivadas del cannabis, que crearon él y sus colegas, se utilizaron en hospitales para tratar desde úlceras de decúbito hasta herpes zóster y afecciones ginecológicas.
“Es muy eficaz contra los microorganismos grampositivos“, dijo Hanuš, “incluidos algunos [que son] patógenos“.
Cuando Hanuš abandonó el país después de la Revolución de Terciopelo en 1990, dijo que nadie continuó su trabajo allí, y se volvió ilegal.
Si avanzamos hasta 1992, en Jerusalén, Hanuš fue el primero en aislar una sustancia química en el cerebro (anandamida) que se une con los mismos receptores con los que interactúa el cannabis, completando la última pieza del rompecabezas de cómo funciona el sistema endocannabinoide.
“Luego, cuando logramos aislar más compuestos“, dijo Hanuš en una entrevista con The Cannigma, “los llamamos endocannabinoides, porque estos compuestos endógenos se comportan como los cannabinoides de la planta“.
“No esperábamos lo que pasó después“, explicó Hanuš. “Lo publicamos en Science en 1992, y al año siguiente la cantidad de publicaciones acerca de este tema creció exponencialmente. Entonces todo el mundo empezó a interesarse por la investigación del cannabis, y fue esta explosión la que [vemos] hoy en día“.
Hanuš tiene la perspectiva única de haber estado a la vanguardia de la investigación de la marihuana medicinal por más de 50 años, en ambos extremos de los cambios masivos en la legalidad, legitimidad, y en nuestro conocimiento sobre la planta. Para cualquiera dentro del mundo del cannabis medicinal, él también es una celebridad.
Hacia dónde debería ir la investigación del cannabis
Hanuš hablará en la conferencia sobre cannabis medicinal CannX en Lisboa este febrero. Una de las cosas que dijo que discutirá allí es qué dirección debería tomar la investigación del cannabis medicinal.
Uno de los problemas que enfrenta la investigación del cannabis medicinal en la actualidad, dijo Hanuš, es la gran cantidad de compuestos que hay en la planta de cannabis. Es simplemente insostenible probar combinaciones de todos ellos para ver cuál constituye el mejor tratamiento para una enfermedad determinada.
Dijo que los investigadores deberían analizar los grupos de pacientes que están siendo tratados con cannabis, y ver qué quimiotipos (cepas) y sus respectivos componentes son efectivos.
“Debes tener una enfermedad. Debes tener pacientes exitosos. Debes tener pacientes [que consumieron] cannabis fracasados “, explicó. “Debes saber exactamente qué utilizaron los pacientes exitosos y analizarlo. Debes tener pacientes fracasados y saber qué materiales utilizaron, analizarlos y poder replicarlos“.
“Cuanto más casos tengas, más preciso serás», agregó, «no solo para probar una combinación de compuestos, porque [hay] demasiados“.
Por lo contrario, gran parte de la investigación sobre cannabinoides que se lleva a cabo en la actualidad está adoptando un enfoque opuesto, mirando primero compuestos específicos, o combinaciones de compuestos, y viendo cómo afectan a diferentes enfermedades en entornos de laboratorio.
“La naturaleza sigue siendo lo mejor“
Para ser químico, Hanuš es un firme defensor de las terapias con plantas enteras. Habla con nostalgia sobre el uso de plantas medicinales como el Sambucus Nigra en su República Checa natal – y por supuesto, sobre el cannabis.
“Creo que el hombre no puede vencer a la naturaleza“, dijo sobre los aislados farmacéuticos de cannabinoides o cannabinoides sintéticos. “Están intentando preparar derivados porque pueden patentarlos y ganar mucho dinero. Pero la naturaleza sigue siendo lo mejor“.
Sin embargo, es imperativo descubrir qué compuestos son los más adecuados, o se combinan mejor, para tratar determinadas enfermedades; no todas las plantas de cannabis tienen la misma proporción o composición química, y no todas las personas y enfermedades reaccionan de igual manera.
“Cannabinoides, ácidos cannabinoides, terpenos, terpenoides, flavonoides, glucósidos flavonoides, polifenoles: estos son compuestos bioactivos del cannabis y tal vez existan algunos otros“, explicó Hanuš.
Para complicar aún más las cosas, los diferentes compuestos de la planta del cannabis solo existen en diferentes etapas de su desarrollo, sin mencionar que algunos se transforman o se pierden durante la descarboxilación, es decir, cuando el cannabis se calienta mientras se fuma, vaporiza o cocina.
“Cuando tratamos a pacientes con cannabis en Checoslovaquia, nunca lo descarboxilamos. Usamos lo que había en la planta, principalmente cannabinoides neutros y ácidos cannabinoides“, dijo Hanuš.
“Ahora se ha descubierto que los ácidos cannabinoides son muy importantes“, agregó.
“Cuando cultivas [cannabis], en diferentes etapas de su desarrollo se puede constituir una medicina diferente“, continuó Hanuš, explicando así que el objetivo es encontrar una formulación que logre el máximo efecto con el mínimo de compuestos.
Hanuš pone como ejemplo a una investigación realizada por el Dr. Adi Aran con niños autistas, que demostró que elegir el quimiotipo correcto es crucial para el éxito del tratamiento.
“Sabemos que la cepa es importante, pero todavía no sabemos qué compuestos deben ser“, agregó Hanuš.
Cómo casi no se descubrió la anandamida
Hanuš también habló acerca de la dificultad y del ritmo lento al que se puede avanzar en este tipo de investigaciones. Incluso su descubrimiento de la anandamida, realizado en el laboratorio de la Universidad Hebrea del profesor Raphael Mechoulam, junto con el farmacólogo estadounidense William Devane, estuvo a punto de ser cancelado.
“Después de un año, todavía no teníamos resultados, por lo que el profesor Mechoulam pensó que deberíamos cerrar esta investigación“, recordó. “Le preguntamos si sería tan amable y lo intentaría con nosotros un año más, y estuvo de acuerdo. Se necesitó otro medio año para aislar el compuesto“.
Hoy, Hanuš está analizando cuál es la composición central correcta de compuestos para tratar varios tipos de enfermedades y pacientes. Un proyecto está analizando qué compuestos específicos del cannabis pueden ayudar a tratar la endometriosis.
“No piensen que esto sucederá de la noche a la mañana, o en una semana, en un mes, o en un año, esto es una carrera de larga distancia“, agregó. “Por lo general, trabajas durante un año y no obtienes resultados, y luego obtienes resultados excelentes en una semana“.
Quizás, para sorpresa de muchos dentro del espacio del cannabis, para quienes él es una celebridad, Hanuš no cree que la marihuana deba ser legalizada para el uso de adultos.
“No estaba a favor de la legalización total. Yo estaba a favor de la legalización médica“, explicó.
“No estoy a favor de fumar y beber constantemente. Se vive una vida feliz cuando es una vida sana. No estarás contento ni emocionado por las drogas“, dijo. Y agregó, “Haz algún deporte“.
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