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Interacciones con medicamentos y efectos adversos de la marihuana

Interacciones con medicamentos y efectos adversos de la marihuana

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Existen más de 140 tipos diferentes de cannabinoides, y de los pocos que hemos empezado a estudiar ya hemos descubierto multitud de beneficios para la salud y objetivos de tratamiento. Ya sea para ayudar a pacientes con cáncer, o para frenar la inflamación y otras cosas, el potencial terapéutico de la planta de marihuana ofrece a muchos pacientes una oportunidad de tener una vida mejor y más libre de dolor.

A pesar de sus numerosos beneficios médicos, los pacientes deben proceder con precaución, ya que el cannabis tiene efectos secundarios y también puede interactuar con otros medicamentos. Aunque en última instancia se necesita una investigación más concluyente antes de poder determinar el alcance total de las interacciones de la marihuana con otros medicamentos, los investigadores ya han identificado varias de ellas.

Estos hallazgos se presentan a continuación para ayudarte a tomar mejores decisiones respecto a tus opciones sanitarias, pero siempre debes consultar con un médico antes de iniciar un tratamiento. Los pacientes de edad avanzada y quienes padecen enfermedades crónicas como las de los riñones, el corazón y el hígado deben extremar las precauciones.

Reacciones adversas comunes del cannabis

Gran parte de la investigación actual sobre las reacciones adversas negativas de la marihuana medicinal no es concluyente. Un trabajo de investigación del 2016 resumió los efectos adversos conocidos del cannabis de forma clara:

Uso a corto plazo

  • Deterioro de la memoria a corto plazo, dificultando el aprendizaje y la retención de información
  • Deterioro de la coordinación motora, interfiriendo con las habilidades de conducción y aumentando el riesgo de lesiones
  • Alteración del juicio
  • En dosis elevadas, paranoia y psicosis

Uso a largo plazo

  • Posible dependencia: menos del 10% de los consumidores cumplen los criterios del DSM
  • Alteración del desarrollo cerebral
  • Deterioro cognitivo, con un coeficiente intelectual más bajo entre quienes fueron consumidores frecuentes durante la adolescencia
  • Síntomas de bronquitis crónica
  • Mayor riesgo de trastornos psíquicos crónicos en personas con predisposición a dichos trastornos
(Shutterstock)

Efectos adversos del THC

Paranoia y psicosis

Uno de los efectos secundarios más graves del THC es su posible relación con la psicosis. Las investigaciones señalan que el vínculo con la psicosis es especialmente potente entre las personas con una “vulnerabilidad genética preexistente y exacerba el curso de la enfermedad en pacientes con esquizofrenia”.

El THC también puede aumentar la sensación de paranoia y reducir la capacidad de la memoria de trabajo. Se desaconseja encarecidamente a los pacientes con antecedentes de psicosis que tomen cualquier sustancia potencialmente psicotrópica.

Función cognitiva y desarrollo cerebral

Los investigadores han observado que el consumo de cannabis en la adolescencia (antes de los 21 años) puede provocar un deterioro de la conectividad neuronal (menos fibras) en varias regiones del cerebro. Los estudios de imagen realizados en consumidores también revelan una disminución del volumen en el hipocampo, la región del cerebro responsable de la formación de nuevos recuerdos, así como una disminución de la actividad en las regiones prefrontales. Esta disminución de la actividad frontal puede afectar negativamente a las áreas relacionadas con la función ejecutiva, incluyendo la memoria de trabajo y la capacidad de procesar hábitos y rutinas.

Dependencia

Los investigadores estiman que menos del 10% de los consumidores de cannabis cumplen los criterios de dependencia según los estándares del DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales). Esta cifra aumenta a “aproximadamente 1 de cada 6 entre quienes empiezan a consumir marihuana en la adolescencia, y a entre el 25 y el 50% entre quienes fuman marihuana a diario”.

Síndrome de hiperémesis cannabinoide

Un efecto secundario poco frecuente del consumo crónico es el síndrome de hiperémesis cannabinoide (SIC), una afección que provoca vómitos graves y repetidos.

Un estudio reciente señaló que el receptor potencial transitorio vanilloide subtipo 1 (TRPV1) -un receptor implicado en la motilidad gástrica- “está implicado de forma central en la patogénesis del SIC”. Los investigadores postulan que el consumo crónico de cannabis disminuye la señalización del TRPV1, lo que provoca dichos problemas de motilidad gástrica.

Muchos pacientes de SIC afirman haber aliviado sus síntomas mediante frecuentes baños calientes o el uso de productos tópicos de capsaicina.

Efectos secundarios típicos

Los efectos secundarios más comunes asociados al consumo de cannabis incluyen ojos rojos, boca seca, paranoia, cambios en el apetito o en los niveles de energía, pensamiento distorsionado y pérdida de habilidades motoras.

Efectos adversos del CBD

El CBD es generalmente bien tolerado en dosis de hasta 1.500 mg. Los efectos secundarios más comúnmente reportados asociados con el uso de CBD incluyen cambios en el peso y el apetito, náuseas, fatiga y diarrea.

Interacciones del THC con otros medicamentos

Enzimas del citocromo P450

Las interacciones farmacológicas más significativas en las que interviene la marihuana son las relativas a la familia de enzimas P450 (CYP), que son las responsables de metabolizar la mayoría de los fármacos. Cuando se inhala, el THC acelera la actividad de la enzima CYP, lo que da lugar a una descomposición acelerada de las drogas. Esta descomposición resulta en niveles generales más bajos de la droga dentro del cuerpo.

Los fármacos que son susceptibles de tales interacciones incluyen medicamentos como “clozapina, duloxetina, naproxeno, ciclobenzaprina, olanzapina, haloperidol y clorpromazina“.

Fármacos contra el cáncer y transportadores de membrana

El cáncer se define en gran medida por la sobreexpresión, un fenómeno en el que la célula produce demasiadas copias de una proteína u otro compuesto. La sobreexpresión del compuesto P-glicoproteína (P-gp) provoca la resistencia a múltiples fármacos (MDR), un fenómeno en el que las células se vuelven resistentes a los medicamentos contra el cáncer. Esta sobreexpresión de la P-gp hace que el organismo absorba menos fármacos quimioterapéuticos, como los taxanos (paclitaxel), los alcaloides de la vinca (vinblastina) y las antraciclinas (daunorubicina). Las investigaciones han demostrado que la exposición prolongada al THC y al CBD disminuye la sobreexpresión de la P-gp.

Esto sugiere que los cannabinoides derivados de plantas son moderadamente eficaces para revertir la resistencia a múltiples fármacos y pueden ayudar al cuerpo a retener mejor los medicamentos quimioterapéuticos.

En última instancia, se necesitan más estudios clínicos para explorar a fondo las interacciones entre los cannabinoides de la marihuana y los medicamentos contra el cáncer.

Alcohol

Sorpresa, sorpresa: el alcohol puede exacerbar los efectos del cannabis. Los investigadores descubrieron que dosis bajas de alcohol -aproximadamente un 0,065% de concentración máxima de alcohol en el aliento- aumentaban significativamente los niveles de THC en sangre. Este aumento del THC puede provocar alteraciones en la cognición y el juicio, así como otros efectos secundarios como mareos y somnolencia, por lo que hay que tener cuidado al combinar ambos.

El alcohol puede exacerbar los efectos del cannabis. (Shutterstock)

ISRS

No se sabe mucho sobre las posibles interacciones con los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina), una clase de fármacos utilizados habitualmente como antidepresivos. El Departamento de Salud de los Estados Unidos emitió una advertencia especial en una presentación con respecto a las interacciones con el Prozac, afirmando: “Tomar marihuana con fluoxetina (Prozac) puede hacer que te sientas irritado, nervioso, inquieto y excitado. Los médicos llaman a esto hipomanía“.

Como hay tan poca información disponible actualmente, los pacientes de ISRS interesados en el cannabis medicinal deben consultar a su médico antes de usarlo.

Antidepresivos tricíclicos

Otra clase de fármacos a tener en cuenta son los antidepresivos tricíclicos (ATC). El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido ha señalado que “el cannabis o la marihuana puede tener interacciones con los antidepresivos tricíclicos (ATC), como la amitriptilina, la imipramina y la dotiepina”. El motivo es que la combinación de ambos puede provocar una presión arterial alta (hipertensión) o un aceleramiento de los latidos del corazón (taquicardia)“. Otros posibles efectos secundarios pueden ser cambios de humor, inquietud, confusión y alucinaciones.

Opiáceos

Uno de los aspectos más prometedores del cannabis es su potencial terapéutico para tratar la adicción a los opiáceos, con estudios que revelan que los pacientes que tienen acceso a la marihuana medicinal disminuyen su consumo de opiáceos en un 40-60%.

Curiosamente, se ha demostrado que la marihuana vaporizada aumenta los aspectos analgésicos (calmantes) de los opiáceos sin afectar a los niveles plasmáticos de los mismos.

Depresores del SNC

Los depresores del SNC son una clase de fármacos que reducen la estimulación al disminuir los niveles de neurotransmisión dentro del sistema nervioso central. El resultado es una disminución de la actividad cerebral que promueve la relajación muscular y una sensación de calma. Estos medicamentos incluyen el clonazepam (Klonopin), el lorazepam (Ativan) y el zolpidem (Ambien), entre otros.

El Departamento de Salud de los Estados Unidos ha señalado que el cannabis potencia los efectos depresivos del SNC cuando se combina con alcohol, barbitúricos o benzodiacepinas. Además, consumir marihuana medicinal puede amplificar el efecto somnífero o de sueño de estos fármacos.

Bloqueadores de los canales de calcio

El consumo de cannabis puede afectar a ciertos medicamentos bloqueadores de los canales de calcio, como el Diltiazem, un bloqueador de los canales de calcio y medicamento antihipertensivo. Los fabricantes de Diltiazem recomiendan tener cuidado cuando se combinan los dos, ya que el Diltiazem puede amplificar los efectos del THC.

Anticoagulantes

Los pacientes que utilizan anticoagulantes como la warfarina (también conocida como Coumadin) deben evitar el consumo de cannabis. El Departamento de Salud de los Estados Unidos advierte que “fumar marihuana mientras se toma warfarina (Coumadin) podría aumentar las posibilidades de que se produzcan hematomas y hemorragias“.

Teofilina

La teofilina es un broncodilatador (un fármaco que ayuda a aumentar el flujo de aire a los pulmones). Un estudio del 2014 señaló que el cannabis puede disminuir los niveles de teofilina cuando se fuma.

Interacciones del CBD con otros medicamentos

Enzimas del citocromo P450

El CBD inhibe muchas de las enzimas CYP responsables de la descomposición de los medicamentos. Como resultado, la administración simultánea de CBD con determinados fármacos puede dar lugar a un aumento de los niveles de estos fármacos en el cuerpo. Entre los fármacos potenciales se encuentran “los ISRS, los antidepresivos tricíclicos, los antipsicóticos, los betabloqueantes y los opiáceos (incluyendo la codeína y la oxicodona)“.

El CBD también puede aumentar las concentraciones de: “los macrólidos, los bloqueadores de los canales de calcio, las benzodiacepinas, la ciclosporina, el sildenafilo (y otros inhibidores de la PDE5), los antihistamínicos, el haloperidol, los antirretrovirales y algunas estatinas (atorvastatina y simvastatina, pero no la pravastatina ni la rosuvastatina)“.

Algunos fármacos pueden inhibir la enzima que metaboliza el CBD, dando lugar a una acumulación de exceso de CBD en el cuerpo. Algunos de estos fármacos son el ketoconazol, el itraconazol, el ritonavir y la claritromicina.

Por otro lado, otros fármacos actúan de manera opuesta, acelerando el metabolismo del CBD por la enzima y dando lugar a una menor biodisponibilidad del CBD. Algunos de estos fármacos son el fenobarbital, la rifampicina, la carbamazepina y la fenitoína.

En suma, las interacciones del CBD con los medicamentos pueden variar. Dependen de si el fármaco aumenta o disminuye la actividad de las enzimas CYP.

Fármacos contra el cáncer y transportadores de membrana

Aunque sabemos que el CBD puede ayudar potencialmente a mediar la MDR en el cáncer, actualmente no se conoce del todo el alcance de las interacciones del CBD con estos medicamentos. Sin embargo, las investigaciones indican que algunas formas de CBD pueden tener posibles interacciones farmacológicas con determinadas enzimas responsables del transporte de fármacos. Por lo tanto, no se recomienda la coadministración del CBD con los siguientes medicamentos.

ISRS, antidepresivos tricíclicos (ATC) y benzodiacepinas

El CBD es un potente inhibidor del CYP2D6. Como este fármaco es responsable de metabolizar muchos tipos diferentes de antidepresivos, el CBD puede aumentar las concentraciones séricas de los ISRS, los antidepresivos tricíclicos y las benzodiacepinas.

Anticonvulsivos

El CBD se utiliza a menudo para ayudar a tratar las convulsiones/epilépticos. Sin embargo, puede alterar el número de otros anticonvulsivos tomados si se toman simultáneamente. La administración de CBD junto con Clobazam, un sedante utilizado para tratar las convulsiones, resulta en un aumento del nivel de Clobazam en niños con epilepsia debido a la potente inhibición de la enzima CYP2C19⁵.

La administración de CBD puede provocar “cambios significativos en los niveles séricos de topiramato, rufinamida, clobazam, eslicarbazepina y zonisamida en pacientes con epilepsia resistente al tratamiento”.

Los investigadores también observaron que se encontraron resultados anormales en las pruebas de función hepática en participantes que tomaron el anticonvulsivo Valproato junto con CBD.

Debe extremarse el cuidado al combinar el CBD con anticonvulsivos u otros fármacos para la epilepsia, y los investigadores aconsejan un control obligatorio de los niveles del fármaco para observar las funciones hepáticas de los pacientes.

Anticoagulantes

Los pacientes que utilizan anticoagulantes como la warfarina (también conocida como Coumadin) deben tener precaución al consumir cannabis. Los investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard advierten que el CBD puede aumentar los niveles de anticoagulantes como la Warfarina (Coumadin) gracias a la inhibición del Citocromo P450. Esto puede ser perjudicial, ya que la Warfarina diluye la sangre y los niveles excesivos pueden poner a los pacientes en un mayor riesgo de hemorragia.

Conclusión

El cannabis tiene una amplia gama de beneficios terapéuticos. Sin embargo, el uso simultáneo de la marihuana con otros medicamentos puede dar lugar a una serie de interacciones farmacológicas. Dado el hecho de que el THC y el CBD afectan cada uno al cuerpo de forma única, los pacientes deben tener mucho cuidado al combinar la marihuana con otros medicamentos.

Consulta a tu médico antes de iniciar un tratamiento con marihuana medicinal para tu condición. La mayoría de las veces, no se requiere ningún cambio, o sólo un simple ajuste en la dosis.

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